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May 13

Formación continua, una de las claves del éxito de la animación turística

Muchos directores de hotel me preguntan “¿cuál es la fórmula del éxito en la animación turística?”. En términos matemáticos yo lo explicaría como una multiplicación de dos factores:

 

ÉXITO EN LA ANIMACIÓN= ENTUSIASMO x FORMACIÓN

 

FACTOR 1: ENTUSIASMO

El sustantivo entusiasmo procede del griego enthousiasmós, que etimológicamente significa estar “lleno de Dios” o dicho de otra manera “estar lleno de energía”. La idea que hay detrás de este adjetivo es que cuando nos dejamos llevar por el entusiasmo es un dios el que entra en nosotros y se sirve también de nosotros para manifestarse. Según decían los griegos, esto les ocurría a los poetas, los profetas, los enamorados…. y yo añado también a los animadores.

El animador no es tan solo un monitor que propone actividades lúdicas. El animador debería ser, ante todo, una persona entusiasta y por tanto llena de Dios, entendiendo Dios como energía y vida.

Hay una máxima que dice que uno no puede dar lo que no tiene. ¿Cómo podemos contagiar alegría y optimismo a los clientes de un hotel si no la tenemos dentro de nosotros? Por ello, hay que prestar mucha atención a los procesos de selección del personal y después a la motivación del staff en activo, para que jamás pierdan esa chispa divina.

Cuando falta entusiasmo, la animación se convierte en una correlación de actividades, más o menos atractivas pero carentes de alma. La etimología nos vuelve ayudar a entender la idea expuesta: el sustantivo “Animación” proviene de “anima/ae” que significa alma. Ergo el animador debería ser el alma entusiasta del hotel, aquel que es capaz de:

  • Transmitir buena onda y optimismo.
  • Generar sinergias de interrelación con los clientes para favorecer la sociabilización entre ellos.
  • Ser el Relaciones Públicas por excelencia del hotel
  • Ser el mago capaz producir la alquimia necesaria para que la estancia del cliente se transmute en una experiencia memorable.

 

FACTOR 2: FORMACIÓN

Sin embargo, no todo lo expuesto se puede conseguir solo con entusiasmo. Hay un segundo factor imprescindible en la fórmula planteada al inicio del post: la formación.

Cuando hablo de formación no me refiero únicamente a la capacitación inicial que se proporciona a los candidatos que quieren convertirse en animadores, sino también, a la formación continua que deben recibir los animadores en activo.

La animación es una profesión cambiante que debe estar al día de las tendencias del mercado. Por ello, hay que estar atentos para ir incorporando a los programas dichas tendencias.

Antes de comenzar las temporadas, es imprescindible reunir al equipo de animación, especialmente al jefe de grupo, y realizar una labor formativa de adquisición de nuevos conocimientos y de refuerzo del ABC básico de la animación. El Jefe de Animación debe conocer al dedillo todas las actividades que se van a plantear.

 

 

Desde luego esto supone un esfuerzo extra, la mayor parte de las veces no remunerado pues oficialmente “no hemos empezado a trabajar en el hotel”. Pero a la larga, este esfuerzo vale la pena ya que se gana en innovación, know how y en calidad de vida, pues adelantamos trabajo que de otro modo hay que sumar a la ya intensa jornada laboral del verano.

Quedan pocos días para comenzar la Temporada de Verano 2013 y en Alade3 ya hemos comenzado con los cursos de reciclaje y puesta a punto de los equipos de animación. Compartimos con vosotros este vídeo donde veréis a los animadores aprendiendo las nuevas coreografías del verano.

 

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